Publicado en Destacado, INTERNACIONAL.

Al menos 20 personas, entre ellas una mujer y tres niños, murieron supuestamente a manos del Ejército de Burkina Faso en la región Centro-Norte del país, según denunció el Colectivo contra la Impunidad y la Estigmación de las Comunidades (CISC) burkinés.

Las ejecuciones extrajudiciales tuvieron lugar el pasado 8 de marzo en el pueblo de Toessin-Foulbè, de unos 340 habitantes y situado en la comuna de Rollo, perteneciente a la provincia de Bam.

«Según la información recogida y corroborada por al menos cinco fuentes diferentes, más de cien miembros de las FDS (Fuerzas de Defensa y Seguridad) y VDP (voluntarios civiles que colaboran con el Ejército), vestidos con uniforme militar, encapuchados y armados, asaltaron el pueblo en varias camionetas y motos», indicó la organización a última hora de ayer en un comunicado.

«Reunieron a los habitantes del pueblo (hombres, mujeres y niños) (…) registraron todas las casas, sin encontrar armas de fuego ni otros objetos sospechosos. Incendiaron las casas, los graneros y sacrificaron animales», se explicó en el documento.

«Pocos minutos después, los autores sacaron a todos los varones, 19 en total, y los fusilaron (…) Entre las víctimas había una mujer que supuestamente se opuso a la ejecución de su hijo. Según los testimonios, acudió al lugar de la ejecución, pidiendo que la mataran a su vez. Desgraciadamente, así fue», agregó el CISC.

Según la información recogida por la ONG, todas las víctimas, a excepción de dos hombres, eran peul (también denominados fulani), una comunidad que es asociada a los yihadistas en el Sahel debido a que dos grupos de la región fueron creados y liderados por integrantes de esta etnia.

El CISC advirtió de que, además, siete mujeres resultaron heridas y tres personas se encuentran desaparecidas.

Igualmente, señaló que los habitantes y líderes comunales de Rollo «siempre han promovido la convivencia» y que el municipio «nunca ha sufrido un ataque armado desde el inicio de la crisis de seguridad» en el país.

No es la primera vez que el CISC alega casos de tortura y ejecuciones extrajudiciales por parte de las Fuerzas Armadas burkinesas.

A principios del pasado febrero, el Colectivo denunció que al menos 25 civiles, entre ellos siete mujeres y un bebé, habían muerto supuestamente a manos del Ejército en varias localidades del sureste del país.

Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, sobre todo en el norte del país.

El país encajó dos golpes de Estado en 2022: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el 30 de septiembre cometido por el capitán Ibrahim Traoré, actual jefe de Estado.

La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que han forzado el desplazamiento de cerca de 1,9 millones de personas, de las cuales el 58 % son niños, según los últimos datos del Gobierno.

 

Con información de EFE / Foto: Archivo / JAC

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