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Hernán Cortés murió el 2 de diciembre de 1547 en España, pero deseaba que sus restos descansaran en México, ¿dónde están actualmente?

El conquistador español Hernán Cortés falleció el 2 de diciembre de 1547 en su país natal, pero antes de su muerte hizo una última petición, que sus restos reposaran en la Nueva España, la sociedad virreinal que se estableció en nuestro país tras su llegada, pero ¿dónde están exactamente?

El hijo único de Martín Cortés de Monroy y de Catalina Pizarro, nació en 1485 en Medellín, un municipio de la provincia española de Badajoz. Estudió por un tiempo en la Universidad de Salamanca y a los 20 años llegó a las islas del Caribe, según la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Cortés se trasladó en 1511 a Cuba, donde trabajó al lado del gobernador Diego Velázquez. Ahí supo de Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalba, personajes que cruzaron las costas de un golfo cercano a la isla y donde creían habitaba una gran civilización.

Hernán Cortés salió de Cuba el 18 de febrero de 1519 rumbo al continente americano, con 600 hombres, 11 navíos y armas. Lo acompañaron el sacerdote Juan Díaz, como capellán de la expedición, y el religioso fray Bartolomé de Olmedo.

En su desembarco para ingresar a tierra firme decidió fundar el puerto de Veracruz, la fascinación por el entorno le hicieron preparar su estrategia para encontrar la gran ciudad, la más poblada de todo el continente americano, la más asombrosa jamás vista por los españoles, la más sagrada: Tenochtitlan.

 

El 8 de noviembre de 1519 arribó a Tenochtitlan, lo recibió el tlatoani del pueblo mexica, Moctezuma Xocoyotzin, quien le ofreció asilo en las casas viejas de su padre, el huey tlatoani Axayácatl, las cuales se localizaban en lo que hoy es el Nacional Monte de Piedad , en el Centro Histórico de la Ciudad de México (CDMX).

En junio de 1520 abandonó Tenochtitlan en la llamada “Noche Triste”, se refugió en Tlaxcala y tiempo después avanzó desde ahí para luchar contra los aztecas, que bajo el mando del emperador Cuauhtémoc fueron derrotados.

En 1521 Hernán Cortés tomó Tenochtitlan, un año más tarde se convirtió en gobernador y capitán general de la Nueva España, nombre que recibió el territorio mexicano luego de la Conquista. No obstante, en 1528 la Corona española lo destituyó y lo envió de regreso a su país natal.

Cortés quiso que sus restos quedaran en “la ciudad más sagrada”

El conquistador se instaló en un poblado cercano a Sevilla donde murió el 2 de diciembre de 1547, a la edad de 63 años. Como lo pidió, sus restos se trasladaron a la Nueva España, pero ¿dónde están actualmente?

Según medios internacionales, sus restos se enviaron a la Nueva España en 1566, en una urna cerrada, primero se depositaron en la Iglesia de San Francisco, en Texcoco, Estado de México.

En 1794, la urna llegó al templo de Jesús de Nazareno en la CDMX, el cual se fundó por Cortés para atender a los soldados españoles que resultaron heridos durante los enfrentamientos con los aztecas.

Tras consumarse la Independencia, el historiador Lucas Alamán, como administrador del hospital de Jesús de Nazareno, contiguo a la iglesia, escondió los restos de Hernán Cortés que la población quería destruir y dijo que se habían trasladado a Italia.

En 1946, el político español Indalecio Prieto reveló que Hernán Cortés descansaba en una urna, oculta en los muros contiguos al altar de la iglesia de Jesús de Nazareno, lo que resolvió la duda sobre dónde están los restos del conquistador.

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