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WELLINGTON.

Un brote de coronavirus que envió a la ciudad más grande de Nueva Zelanda a un confinamiento repentino durante el fin de semana involucró a la variante más transmisible del Reino Unido, confirmaron funcionarios de salud este lunes, la primera vez que la cepa británica se detecta localmente.

Los casi 2 millones de residentes de Auckland se vieron inmersos en un nuevo confinamiento de tres días a partir de este lunes después de que se detectaran tres nuevos casos de covid-19 en la ciudad.

La secuenciación del genoma de dos de los casos, los tres son familiares directos, reveló que eran la variante B1.1.7.

La fuente de los casos sigue siendo desconocida, dijeron las autoridades, y agregaron que estaban escaneando bases de datos internacionales del genoma en busca de coincidencias.

»Tuvimos toda la razón al tomar la decisión de ser más cautelosos porque asumimos que iba a ser una de las variantes más transmisibles», explicó la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, en una publicación de Facebook Live este lunes.

El cierre de Auckland es el primero en Nueva Zelanda en seis meses, después de que una estricta cuarentena al principio de la pandemia pareciera haber eliminado en gran medida la transmisión local.

El país oceánico fue clasificado como el de mejor desempeño en un índice del Lowy Institute de Australia de casi 100 países, según la contención del coronavirus.

El nuevo brote llevó a la vecina Australia a suspender un acuerdo que permitía a los neozelandeses ingresar al país sin cumplir un periodo de cuarentena de hotel de 14 días.

El Departamento de Salud de Nueva Zelanda dijo este lunes que no hubo nuevos casos de transmisión comunitaria, y solo notificó cinco en instalaciones de aislamiento administradas.

El país ha reportado un total de 2 mil 330 casos confirmados y probables desde el inicio de la pandemia, una fracción de los reportados por otras naciones desarrolladas, incluidas 25 muertes.

Cuarenta y siete casos permanecieron activos, dijeron funcionarios de salud el lunes.

En Auckland se formaron largas colas fuera de los supermercados después del anuncio del domingo, ya que la gente intentaba abastecerse de productos antes de la implementación de la orden que les obliga a quedarse en casa excepto para ir de compras y trabajar.

La alerta por covid-19 para el resto del país se elevó a un nivel 2, con todas las reuniones limitadas a 100 personas.

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