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La organización del Abierto de Australia está en alerta por el caso positivo de un trabajador de uno de los principales hoteles en donde los tenistas se hospedan e hicieron la cuerantena obligatoria.

Una persona de 26 años había dado negativo tras un test el 29 de enero en el Hotel Grand Hyatt, pero posteriormente presentó síntomas y arrojó positivo en su prueba del miércoles.

En términos del impacto específico sobre los participantes en el primer Slam de la temorada, los jugadores, funcionarios y personal que se hospedaron en el hotel durante este período ahora deben aislarse y realizarse una prueba de COVID-19.

Se estima que el número de personal relacionado con el torneo clasificado como «contactos casuales» relacionado con el incidente está entre 500 y 600.

Sin embargo, el primer ministro de Victoria, Daniel Andrews, dijo en una conferencia de prensa que confiaba en que el Abierto de Australia pueda llevarse a cabo según lo planeado, a pesar de que el requisito de que algunos jugadores se aíslen y se testeen podría tener un impacto en los torneos de preparación que se juegan por estos días en Melbourne Park.

«Hay alrededor de 500 a 600 personas que son jugadores y oficiales y otros que son contactos casuales», dijo Andrews. «Estarán aislados hasta que den negativo en las pruebas y ese trabajo se hará mañana (jueves), por lo que podría tener un impacto los partidos de mañana (en Melbourne)», añadió.

El Abierto de Australia está programado para disputarse del 8 al 21 de febrero.

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