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CIUDAD DE MÉXICO.

Durante los últimos cinco años, Proyecto Habesha, una iniciativa humanitaria encabezada por un grupo de activistas mexicanos con sede en Aguascalientes, ha logrado respaldar a cerca de media centena de jóvenes refugiados y desplazados de zonas en conflicto, como Medio Oriente y, más recientemente, Centroamérica, para que continúen sus estudios superiores en México, de modo que, una vez concluidos, puedan regresar a su país a ser parte del proceso de reconstrucción.

Una de ellas es Roaa Abou Issa, una joven siria de origen palestino, que viajará en los próximos días a México para estudiar la carrera de ingeniería biomédica después de estudiar un año de español.

La universitaria siria concluyó la semana pasada su trámite de visa en la embajada de México en Líbano y recibió el documento por parte del embajador José Ignacio Madrazo.

Adrián Meléndez, fundador de esta organización civil, explicó, en entrevista con Excélsior, que con el respaldo académico de estancia y manutención, 23 universitarios sirios y 21 jóvenes de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Venezuela están a punto de graduarse de profesiones como Relaciones Internacionales, Artes Plásticas, Arquitectura, Medicina, Ingeniería y Odontología, entre otras.

»Proyecto Habesha es responsable de identificar y seleccionar jóvenes que, afectados por la guerra, no tuvieron la posibilidad de continuar su educación superior.»

»Estamos construyendo un ejército de profesionistas bien preparados. Los preparamos para que sean agentes útiles. Si se quedan en el país son un activo, si se van a su país son un activo», destacó.

En esta iniciativa participan abogados, académicos, activistas, pero también universidades públicas y privadas, embajadas y organismos internacionales, como la ONU, a través de la Agencia para los Refugiados en México (ACNUR), así como donantes en general.

»Lo que nosotros creemos y buscamos es crear una sociedad más solidaria y consciente de cómo el apoyo de unos a otros nos hace más fuertes ante los graves conflictos y ante los graves problemas que afectan a nuestras sociedades», destacó Meléndez.

La meta de Habesha es llegar a 100 universitarios en condición de refugio becados en 2024, y hay diálogos con grupos en Asia para sumar a refugiados de Myanmar en Bangladesh y Tailandia.

APOYO CONJUNTO

Proyecto Habesha Américas trabaja de manera cercana con ACNUR para, de manera conjunta, otorgar becas universitarias y cubrir gastos de traslado y manutención de los jóvenes estudiantes.

La ACNUR destacó que con la colaboración con Proyecto Habesha contribuye a lograr el objetivo global de incrementar en 15 por ciento el acceso a la educación superior de jóvenes refugiados planteada para el año 2030.

»Es una satisfacción enorme, porque vemos lo que estamos haciendo, somos testigos de lo que está pasando ante nuestros propios ojos, porque vemos cómo llegan los chicos de campos de refugiados sin hablar español, con toda una serie de problemas y vemos esa transformación, hablan español, conocen nuestro país, les va bien en la universidad y están teniendo un impacto en la comunidad», resaltó el director de Habesha, Adrián Meléndez.

De acuerdo con la Encuesta sobre la Población Refugiada en México (ENPORE), 88.8 por ciento de las personas refugiadas adultas tiene interés de seguir estudiando. De éstas, 44.1 por ciento quiere continuar con sus estudios formales, 24 por ciento desea aprender algún oficio y a 20 por ciento le gustaría tomar una capacitación técnica para el trabajo.

Meléndez detalló que los estudiantes en condición de refugio que apoya el Proyecto Habesha se encuentran en universidades de Querétaro, Monterrey, Ciudad de México, Morelia, Puebla, Hermosillo, San Luis Potosí y Aguascalientes.

EMBAJADOR

El actor mexicano Luis Gerardo Méndez, conocido por su papel de Javi en Nosotros los Nobles, se ha involucrado en Proyecto Habesha como embajador de Buena Voluntad para sensibilizar a la sociedad en el apoyo que requieren jóvenes universitarios en situación de refugio o condiciones de desplazamiento.

El actor recuerda que las y los migrantes y refugiados son grupos que se encuentran en grave riesgo de no poder continuar con sus estudios y ahora, por enfrentar la posibilidad de contraer coronavirus.

»Ante esta emergencia global, todas y todos debemos mantenernos solidarios y recordar que, antes de ser de cualquier nacionalidad, somos seres humanos compartiendo un mundo interconectado que claramente no distingue», destacó.

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