Publicado en Destacado, INTERNACIONAL.

Davell Gardner se encontraba en un cochecito para bebés cuando le alcanzó una bala del tiroteo contra un grupo que celebraba una barbacoa al aire libre en un parque de Brooklyn.

 

La iglesia baptista de Pleasant Grove ha acogido el funeral de Davell Gardner, un bebé de un año fallecido tras recibir el impacto de una bala durante un tiroteo en Brooklyn a mediados de julio.

Davell se encontraba sentado en un cochecito para bebés cuando le alcanzó uno de los disparos que realizó un hombre contra un grupo de personas que estaban celebrando una barbacoa al aire libre un parque del distrito neoyorquino. En el incidente, ocurrido el 12 de julio, también resultaron heridas tres personas que fueron hospitalizadas.

El funeral, oficiado por el conocido reverendo y activista por los derechos civiles Al Sharpton, encargado de la multitudinaria despedida a George Floyd, ha reunido a familiares y amigos con autoridades locales. activistas y sacerdotes que han condenado la violencia armada que acabó con la vida del pequeño.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, confirmó la noticia de su fallecimiento un día después, asegurando que se trataba de «una noticia muy dolorosa» y reconociendo que todavía queda mucho trabajo por hacer en una ciudad que registra desde mayo un aumento en el número de tiroteos.

AUMENTO DE LOS TIROTEOS EN NUEVA YORK

 

Las autoridades neoyorquinas lanzaron una iniciativa que implica a líderes comunitarios y ONG locales para intentar detener la violencia rampante en la ciudad y especialmente en Harlem, que al igual que otros distritos de la ciudad, como Brooklyn y El Bronx, ha sido testigo de un drástico aumento de los tiroteos en los dos últimos meses.

Según estadísticas de la Policía, un total de 39 personas murieron en junio en 205 tiroteos, lo que supone un aumento de los tiroteos del 130 % respecto al mismo mes del año pasado.

El aumento de los tiroteos ha dividido a la Administración de Nueva York y al Departamento de Policía de la ciudad sobre sus causas. Si bien ambos coinciden en que está directamente relacionado con las consecuencias de la pandemia y la casi total paralización de los tribunales de la ciudad; la policía sostiene que la prohibición de ciertas actuaciones -como una llave de estrangulamiento para inmovilizar a los sospechosos y la práctica de parar y registrar a gente-, consideradas violentas o arbitrarias, les está impidiendo actuar con la contundencia necesaria para detener la ola de violencia.

 

 

FUENTE: El Mundo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *