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RANCHERÍA SANTUARIO, JALPA DE MÉNDEZ. Con la noticia, a través de la boca de sus hijos, de que la mujer ‘de su vida’ tenía ya otro hombre; el padre se despidió de sus hijos, los metió a un cuarto y usando sus propias manos, los ahorcó.

Tras asesinarlos, fue por su vehículo particular, le prendió fuego y luego se suicidó, atendiendo su golpeado ego de macho.

La desgracia y amarga noticia que imaginó Francisco, un trabajador de mecánica para motos, de la comunidad de ‘Santuario’, de este municipio, fue premeditada y con tal de golpear a su ex esposa, quien ahora, lamenta haberle entregado a sus hijos en los últimos días.

La terrible tragedia, en la que mueren dos inocentes Yenedit de siete (niña) y Emanuel de nueve años de edad (niño), se corrió como pólvora en la pequeña comunidad, cuyas autoridades, llamaron de inmediato al grupo de Protección Civil, quien pudo sofocar el fuego del carro, que se consumió en el patio de la vivienda, pero nada pudieron hacer por los menores, ni su ex papá, quienes armaban una escena dantesca en el interior de la vivienda.

NO TOMABA, ERA CALLADO

Francisco no tomaba, “era un tipo muy callado” dijeron los vecinos a las autoridades cuando realizaron las entrevistas para integrar la carpeta de investigación en la Fiscalía.

Los niños, llevaban al menos tres días en su custodia, luego de que Francisco, los había pedido con su ex esposa.

Y fue precisamente este viernes, desde las siete de la mañana, cuando se le vió muy nervioso y de buenas a primeras quemó su auto Matiz que estaba en el patio.

Lo extraño del momento, fue cuando las personas en los alrededores buscaban al propietario del vehículo, éste nunca apareció, pues había tomado la decisión, también, de quitarse la vida.

Poco antes, seguramente, con sus propias manos, se las había quitado a sus hijos.

SOLO QUEDARON JUGUETES

En el corredor de la casa se observaban juguetes, peluches, bates de béisbol de plástico y hasta un pizarrón portátil en donde los niños hicieron las tareas escolares a distancia, todos los sueños de los niños quedaron reducidos a cenizas, al igual que el auto de su padre.

Con el alma desgarrada, Gloria Guillermo de la Cruz, madre de los pequeños asesinados con fuertes lamentos gritaba lo imposible de esta realidad.

Agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal atendieron el llamado acordonando el perímetro y junto con peritos de la Fiscalía General del Estado realizaron el rastreo criminalístico de este triple homicidio tragedia.

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