Publicado en Destacado, INTERNACIONAL.

Los trabajadores de una estación de buses en Brasil se están llevando las palmas de todas aquellas personas que amamos a los animales porque comprendemos sus necesidades y, sobre todo, lo frágiles que son en un mundo que no está diseñado para que sobrevivan por si mismos.

Los empleados de la terminal de buses Barreirinha en un acto de completo altruismo, acogieron a tres callejeritos dentro de sus instalaciones, pero no sólo eso, hicieron algo aún más especial por ellos.

TRES CALLEJERITOS SE ROBAN EL CORAZÓN DE LOS TRABAJADORES DE UNA ESTACIÓN DE BUSES.

Varias personas que trabajaban en dicha estación, habían estado viendo a tres preciosos perritos vagar por las calles aledañas al lugar, los animalitos se veían hambrientos y cuando alguien se acercaba a ellos ponían esos ojitos de duda sin saber si el personaje que se aproximaba tenía malas intenciones o si, por el contrario, quería brindarles un poco de comida, agua o tal vez una caricia, tres cosas tan anheladas y siempre bien recibidas por estos peluditos.

Los trabajadores se encariñaron mucho con ellos y al verlos tan necesitados, empezaron a dejarles comidita cerca a las puertas de la estación, también les dejaban agua. Como era de esperarse, los perritos ya no querían alejarse mucho de la terminal, comenzaron a percibirla como su hogar.

Los peluditos a quienes los empleados llamaron Max, Pitoco y Zoinho subieron un poco de peso gracias a la comida que les dejaban y le tomaron mucho afecto a los trabajadores de buen corazón que con rigurosa puntualidad se aseguraban a diario de dejarles sus provisiones de alimento.

Pero entonces cuando las cosas habían llegado a un punto de relativa estabilidad, el invierno llegó y el frío amenazaba con complicar la situación de los pobres animalitos que vivían en la calle.

NO PERMITIREMOS QUE EL FRÍO CONGELE SUS PATITAS, LES CONSTRUIREMOS UN REFUGIO!

Fue entonces cuando a alguien se le ocurrió que la estación de buses era suficientemente grande y segura para permitirles a los perritos pasar al menos allí las heladas noches del sur del país en esta época, pero ¿dónde dormirían? pues en dónde todos debemos dormir: en una cama calientita.

Consiguieron llantas, elemento que sobra en cualquier estación de buses y las rellenaron con mantas para que quedaran acolchadas y cómodas. Cuando llevaron al interior de la estación a los perritos, estos no tardaron en ubicarse en cada una de ellas.

Su hermosa expresión claramente y sin necesidad de palabras dice cuánto les gustaron sus nuevas camitas.

Las ingeniosas camas, el alimento y el agua fresca siempre disponible, convirtieron a la estación de buses en un hotel cinco estrellas para perritos callejeros y la idea no nos puede encantar más!

UNA AMABLE POLICÍA SE ENTERA DE LA HISTORIA.

Fabiane Rosa, policía de profesión y amante de los animales estaba pasando por la estación cuando se topó con la hermosa escena de los perritos durmiendo es sus camitas, indagó quién las había construido y por qué, fue entonces cuando descubrió toda la historia que había detrás.

Sintió que era una iniciativa tan bonita que no merecía quedar en el anonimato, por lo que tomó algunas fotografías y las compartió en Facebook junto con una descripción en donde narraba el contexto en que las bonitas imágenes de los perritos habían sido tomadas. La publicación recibió miles de comentarios y muchos quisieron compartirla, volviéndola viral.

En su comunicado, entre otras cosas, instó a todas las empresas de su ciudad a imitar las acciones de los empleados de la estación de buses para que le den una oportunidad a algún callejerito y lo acojan.

«Felicitaciones al personal de la terminal, todos comprenden que estos ángeles están allí y tienen derecho a estar, – escribió Rosa en Facebook. Muchas empresas en Curitiba podrían seguir este ejemplo, adoptando una mascota. Por supuesto que no es lo ideal, pero al menos tienen quien las cuide. – Puntualizó la mujer.

Gracias amigos trabajadores de la estación de buses de Barreirinha, gracias por haberse dejado conquistar por estos peluditos y regalarnos a todos los que amamos a los animales, la posibilidad de restablecer nuestra fe en las personas.

 

 

Fuente: Fabiane Rosa.

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