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El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) asegura que el alimento ideal para los recién nacidos es la leche materna por lo que no recomienda el uso de sustito

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) asegura que el alimento  ideal para los recién nacidos es la leche materna por lo que no recomienda el uso de sustitos, además menciona que tampoco es conveniente utilizar biberones o chupones, dado que las niñas y los niños tienen la capacidad de tomar de vasos pequeños con la medida adecuada, evitando con ello problemas digestivos, infecciones y dentales, dijo el doctor Jesús Velasco Báez, pediatra del IMSS en Veracruz Sur.

Recomienda a los padres de familia optar siempre por la leche materna ya que contiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo del recién nacido, además favorece su sistema inmunológico y a largo plazo previene de la obesidad y contribuye a un mayor coeficiente intelectual, en tanto que para la madre, disminuye el riesgo de presentar depresión posparto, anemia, ayuda a perder peso, constituye un importante factor para prevenir el cáncer de mama y ovario y la osteoporosis; otro aspecto importante: fortalece el vínculo madre-hijo.

Sobre el uso del biberón y chupón, el médico del IMSS detalla que su uso puede favorecer problemas dentales a futuro, ya que hay una presión negativa sobre el maxilar y no se desarrolla adecuadamente, también provoca la mordedura invertida, oclusión y dependiendo el tiempo en que permanezcan estos utensilios en su boca con restos de fórmula, sus azucares generan placa dentobacteria en los dientes, con la consiguiente probabilidad de caries.

Mencionó que otro inconveniente del uso de fórmulas lácteas en recién nacidos, es el hecho de que al andar en la calle, se preparan en ese momento y no siempre hay  las condiciones higiénicas ideales y si a ello sumamos los residuos de la toma anterior, el riesgo de infección aumenta.

Explicó que con las fórmulas el vaciamiento gástrico en el bebé es más lento, de ahí la sensación de “llenura” y que demore más tiempo en pedir nuevamente de comer, a diferencia de la alimentación al seno materno, cuya leche se absorbe mejor y en menor tiempo, por ello se recomienda la libre demanda, es decir en cuanto el menor la solicite a través del llanto, inquietud y sonidos con la boca.

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