Publicado en ACAYUCAN, Destacado, Especial.

«Al final, el principal premio es – lo que haces por los niños-. Será recordada en especial por su enseñanza en la escuela «Aguirre Cinta»…

 

ACAYUCAN, VERACRUZ.- La noche del domingo se dio a conocer el deceso de la distinguida profesora acayuqueña Balbina Domínguez Fernández, formadora de diversas generaciones en distintos planteles de Acayucan y la región. Convertida en maestra desde los 15 años de edad y sirvió durante 36 años al magisterio.

De pequeña jugaba a ser la maestra y años mas tarde ya atendía desde su primer salón de clases, esta es parte de la entrevista publicada en mayo del 2015 a unos días que se celebraría el «Día del Maestro». A sus familiares, en especial a la maestra Yadira  nuestro sincero pésame por tan dolida pérdida.

BALBINA DOMÍNGUEZ FERNÁNDEZ, UNA MAESTRA DE CORAZON:

 

Los amplios salones en la escuela primaria Aguirre Cinta en esta ciudad, han albergado por generaciones y generaciones a alumnos que hoy en mucho le agradecen el apoyo de sus maestros, aquellos que con una verdadera vocación se convirtieron en -apóstoles de la educación-.

Este plantel albergó a grandes maestras que se convirtieron en pieza fundamental de la educación en Acayucan, una de ellas es la profesora  Balbina Domínguez Fernández, quien durante más de 36 años sirvió al magisterio.

Oriunda de Acayucan, Domínguez Fernández es del grupo de maestros que desde corta edad ingresaron a las filas del magisterio y lo hacían por amor a su profesión. En su caso desde pequeña jugaba con sus amigos a que era profesora; el simple juego, se convertiría en realidad a los 15 años cuando estuvo al frente de un grupo en el municipio de Jesús Carranza.

A su llegada en aquel 1958, la maestra Balbina acudió acompañada por su mamá a su primer día como profesora, los pobladores y sus futuros alumnos pensaron que su progenitora era quien les daría las clases. Este era el inicio de una larga carrera, que aún disfruta pues no descarta si se lo permiten seguir enseñando a los pequeños, así como hizo sus pininos en su casa particular, poco antes de partir a Carranza.

¿Su niñez fue aquí en Acayucan?.

R. Yo soy de aquí de Acayucan y quiero decir que viví una niñez muy bonita, la disfruté.

¿Cómo era era Acayucan?.

R. Antes no había  luz hasta acá, todo estaba oscuro pero como te digo,  fue una niñez bonita junto con mis amigos, era un pueblito todavía, iba al mercado corriendo todas las cosas las hacías así no había problema. La Iglesia no estaba como ahorita, era un solo cajón el Palacio pues ahí lo fueron haciendo ahí trabajó mi hermano para hacerlo.

¿Sus estudios en dónde los realizó?.

R. Estudié en la escuela Hilario C. Salas, tuve como profesores al maestro Revuelta, el profesor Serralde, entre otros que me ayudaron en la educación, aprendí grandes cosas de ellos.

¿Jugaba usted a la maestra de niña?

R. Sí, claro a mi me gustaba mucho, con mis compañeritas, yo era quien era la maestra, después ya de verdad porque daba yo clases, tenía yo como 15 años cuando empecé a dar clases aquí en la casa tenía yo 9 niños y le enseñaba a leer y a escribir.

¿Y cuándo ingresa al magisterio?

R. Ya daba clases y de ahí me mandó a llamar la maestra Chata Reyes, faltaba un maestro en Jesús Carranza y ahí me mandó a hablar el inspector que era el inspector Barreiro, enseguida fui y me dijo que estaba muy chamaca. Me dijo que si mi mamá me acompañaba, porque yo sola no iba a ir porque tenía que ir a Ojapa, de ahí en tren a Carranza y de ahí en cayuco, regresé a la casa y le dije a mi mamá y me dice tomado porque yo me voy contigo, así fue como me fui a Carranza, te estoy hablando de 1958.

¿Cómo fue su experiencia?

R. Creían que mi mamá era la maestra, y ya le dijo ella que no que solo me acompañaba, era un lugar muy retirado, nos contaron que a la anterior la hacían llorar, pero a mi no porque no me hicieron llorar, disfruté de esos momentos. Estuve ahí 7 años, de ahí me pasaron a a Corral Nuevo, me dijeron que me presenta un lunes, ya ni me despedí de las demás personas. Ahí estuve 7 años, como los estuve en Corral Nuevo.

¿De ahí que pasa?

R. Seguí dando clases y entonces recuerdo que para ir a Corral Nuevo, todos los días pasaba por Ixtagapa, ahí yo fundé la escuela primaria que es la Miguel Alemán, cuando pasaba por ahí me di cuenta que no había plantel entonces le dije al inspector Lucio Martínez, que ahí era un pueblito que no tenía escuela y había niños se sacó un censo hasta con mi esposo y mi sobrino, se censaron 50 niños y ahí fundé la escuela. Se alegraron porque iban a contar con una maestra, llegué a la Iglesia primero cada quien llevaba su banquillo, me compraron un pizarrón grande, fue una experiencia que no se olvida.

¿Qué pasa después maestra?.

R. De ahí me pasaron a la Miguel Alemán, de ahí de la Alemán duré unas semanas y ahí me pasaron a la Aguirre Cinta, es ese tiempo que estuve trabajando estudié mi carrera, era la escuela Normal para todos aquellos que dábamos clases y no habías terminado los estudios, fueron varios años en la escuela Aguirre, ahí permuté con mi hija para que ella llegara a la Aguirre, ahí me jubilé.

¿Sin duda disfrutó usted de esta profesión?.

R. Yo serví 36 años al magisterio, que no me hicieron despedida y nada de eso, son muy malagradecidos, tantos años que trabajé para que el gobierno no me hiciera nada, pero al final el principal premio es que tu disfrutas lo que haces, disfrutas con los niños, juegas con los niños, en ocasiones hasta resolvías problemas de su familia, llegaba un niño lloraron que pasaba esto y otro a su casa 

¿Qué mensaje deja a los maestros?.

No deben de tener miedo a la Reforma Educativa, con solo trabajar bien, hacer bien su profesión no hay problema, a mi me gusta ser maestra, creo que si ahorita me buscan como particular lo haría, porque esa es mi pasión.

 

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