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Gracias a una fantástica expedición China, la luna ahora está habitada por pequeños seres y plantas.

La sonda Chang’e 4 se lanzó el 8 de diciembre desde el Centro de Lanzamiento de Satélites Xichang en la provincia de Sichuan. Hace unos días (el 2 de enero para nosotros, el 3 de enero para China) aterrizó exitosamente en el lado oscuro de la luna. Es la primera vez que una sonda logra posarse exitosamente en esta zona incomunicada y sin vista directa de la tierra.

El hermoso logro de la expedición china no para ahí: dentro de la sonda hay criaturas vivientes. En efecto, Chang’e 4 contiene una pequeña “lata” o recipiente de aproximadamente un litro de capacidad. Dentro de este contenedor hay semillas plantadas de papas y arabis (la familia de las arabis (Arabidopsis thaliana) es una planta con flor parecida a la mostaza) además de pequeños gusanos de seda.

La idea detrás de esta lata es un experimento para ver si sería posible cultivar plantas en la luna, pensando, por supuesto, en una estadía más prolongada del hombre en el satélite. Como vimos en The Martian de Ridley Scott, las papas pueden ser una comida viable para crecer y explotar en futuras colonias espaciales. Por su parte, las arabis son plantas que, al crecer tan rápido, pueden ser observadas en experimentos cortos. Finalmente, los gusanos de seda sirven para activar el ciclo natural de este contenedor: ellos dan a las plantas nutrientes a través de sus heces, las plantas les dan el dióxido de carbono necesario para sobrevivir.

La idea es ver si las plantas producirán fotosíntesis para crecer en el ambiente más inhóspito de la luna. ¿Pero cómo podrán observar los resultados en una sonda no tripulada?

La lata que contiene a estos animalitos y a las semillas tiene suficiente tierra, nutrientes y agua. Pero, además, tiene un filtro para permitir el acceso de rayos solares y múltiples cámaras miniatura para poder observar el desarrollo del experimento. Toda la data que se recaude será enviada a China a través de un sistema de relevos satelitales -ya que no hay contacto directo con la tierra desde ahí-.

Así lo explicó Liu Hanlon, director del experimento y vicepresidente de la Universidad Chongqing:

“¿Por qué papas y Arabidopsis? Porque el crecimiento de las Arabidopsis es muy rápido y conviene a la observación. Y las papas pueden convertirse en una fuente masiva de comida para futuros viajeros espaciales. Nuestro experimento puede ayudar a acumular conocimiento para construir una base lunar y una residencia a largo plazo en la luna…”

Al menos, con esto podemos confirmar que hay vida fuera de la tierra.

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