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El portal Zona Divas surgió en una charla entre Ignacio Antonio Santoyo Cervantes El Soni, uno de sus exsocios, apodado El Toni, y varias mujeres argentinas dentro de un table dance.

Lo anterior lo explicó a Excélsior Brenda Stewart, mujer que por varios años trabajó para dicho portal y quien tuvo un vínculo con El Soni. “Fueron al table(Toni y Soni), y estaban tres argentinas, y una de ellas le dijo que en Argentina había una página que se llama Baires, y le preguntó: ‘¿Por qué no haces una?, y le digo a mis amigas que se anuncien y vas a ganar popularidad porque no tenemos dónde (anunciarnos)’”, explicó.

La mujer detalló que, antes de que existieran los portales de internet donde se ofrece sexoservicio, las sudamericanas eran traídas a México por los dueños de los table dance, quienes les pagaban su estancia por periodos cortos de 30 días para evitar problemas migratorios y de otra índole.

Sin embargo, a estas mujeres no les convenía tanto trabajar para esos negocios, ya que sólo ofrecían sus servicios por la noche y no ganaban dinero en el día.

La mujer indicó que la fijación de El Soni con las mujeres comenzó en su juventud, cuando acudía a bares y tables dance, y era participante activo en foros virtuales de sexoservicio.

Stewart aseguró que, antes de crear la página, Ignacio Antonio Santoyo estudiaba administración de empresas y provenía de una familia con ingresos estables, que vivía en la colonia Santa María la Ribera.

Soni es administrador de empresas; Toni era diseñador de imagen. Hacen la página”, indicó la entrevistada, y aseguró que la madre de Soni ayudó a su hijo con dinero para que pudiera comprar el dominio del portal y comenzar con el negocio.

Los dos amigos comenzaron su negocio por internet, pero la intención era poder traer chicas de Argentina, por lo que decidieron ir a Sudamérica, donde conocieron a una mujer identificada como Silvia, y, a través de ella, empezaron a traer chicas para que ofrecieran sexoservicio, explicó.

Brenda Stewart, nacida en Buenos Aires, fue una de las mujeres que decidió venir a México debido a una necesidad económica.

Según ella, Zona Divas continuó de manera normal hasta que El Soni  y El Tonipelearon.

Aseguró que El Toni golpeaba a las chicas y El Soni se molestó y decidió comprarle su parte en el negocio. Pero El Toni denunció a El Soni con las autoridades y éste fue acusado de un delito por el que presuntamente estuvo tres años en prisión.

Empezaron a hacer la agencia hasta que riñeron porque El Toni le quería robar a las chicas, y El Soni no era así; entonces en esa riña le dijo; ‘Cada uno por su lado’, y le compró la agencia, pero (El Toni) lo pone (a El Soni), y éste pagó tres años de cárcel”, detalló Stewart.

NIEGA VÍNCULO CON TRATA

 

Brenda Stewart, mujer allegada al dueño del portal Zona Divas, Ignacio Antonio Santoyo Cervantes, alias El Soni, y a Guillermo Hans M., alias El Memo, socio de dicha página de internet, negó rotundamente tener relación con los negocios de dichas personas.

Excélsior consultó, el pasado 2 de septiembre, fuentes cercanas a la investigación, quienes señalaron que Stewart fue subiendo en el escalafón de la organización, y, antes de que comenzaran las detenciones por parte de la Procuraduría capitalina contra varios miembros de Zona Divas, ella formaba parte activa de la red de trata de personas, que trae mujeres desde varios países de Sudamérica a nuestro país, con la promesa de mejorar su calidad de vida.

Sin embargo, la mujer rechazó categóricamente dichas declaraciones, y aseveró que, en, al menos, dos ocasiones, ha sido citada por la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, y nunca ha sido relacionada o vinculada con algún delito.

Yo ya me he hecho presente con ellos (las autoridades) sin ningún problema porque no tengo nada que ocultar”, explicó.

Brenda Stewart llegó a México a los 21 años un 27 de abril de 2011. Ella vivía en Buenos Aires, Argentina, y , a pesar de que trabajaba y estudiaba simultáneamente, no le alcanzaba para ayudar económicamente a su familia, la cual tenía problemas derivados de una enfermedad que padecía su abuela.

Fue un peluquero quien le sugirió que podía venir a México a ganar dinero.

Vine porque me referenció un peluquero que yo tenía en Argentina. Yo tenía a mi abuela muy mal. En aquel momento, Argentina atravesaba una crisis muy grande, yo había terminado de estudiar y ella tenía Parkinson, tenía demencia senil, un montón de problemas de salud, y era muy costosa su enfermedad”, dijo.

En Argentina se estilaba mucho que, si estabas guapa y todo, ibas a la peluquería,  y te atendía siempre la misma persona, hasta que un día llega el comentario: ‘Tienes una necesidad, económica te puedo recomendar’. En aquel momento, había una señora que era Silvia, que puede llamarse Karla, pero todos le decían Silvia, ella te hacía una entrevista, veía que estabas muy bien físicamente y de cara, y te referenciaba con una persona que hacía que pudieras venir a México”, precisó.

Para Stewart, El Memo nunca tuvo una participación activa dentro de la organización del portal, y asegura que sólo fue ingenuo al prestar su nombre para que su primo, El Soni, hiciera trámites oficiales.

No tenía ni cuenta bancaria en esa época, él no se llevaba un solo peso de ahí, él se llevaba un sueldo de chofer y se acabó”, explicó.

La mujer narró cómo El Soni le pidió a El Memo que le prestara su nombre.

Vino la época de los dominios; en Zona Divas tenían dominio renovable, si no mal recuerdo; lo estaban registrando en todo el mundo, y creo que era cada dos años. ‘Le voy a prestar el nombre’, me dijo El Memo, y le digo: ‘No, porque es asociación delictuosa’, pero él me decía: ‘Es que sos una pendeja, yo no le puedo decir que no’”, indicó.

Respecto a su fama entre otras mujeres dedicadas al sexoservicio, quienes la apodaban La Perra, aseguró que tiene un carácter fuerte, y sí las encaraba cuando trataban mal a los empleados o querían hacer cosas que ella no consideraba correctas.

 

Fuente: Excélsior

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