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Marisa Sánchez Molina estudiante de la licenciatura de Enfermería de la Universidad Veracruzana de 21 años de edad fue diagnosticada hace aproximadamente un mes con cáncer de lengua; los doctores no le dan esperanza de vida, pese a ello su madre Margarita Molina González, pide ayuda para un tratamiento alternativo.

“Le salió una llaga, cabe mencionar que ella siempre ha padecido de alegrías a la humedad, fue tratada con un doctor no se compuso, pasamos a un doctor tampoco s e compuso y el tercer doctor ya fue que nos hizo la observación de ir con un oncólogo de hacer los estudios correspondientes, cuando me dan las muestras para hacer la biopsia las mando a un laboratorio privado porque en el seguro social me las daban hasta después de 30 días, y a los 15 días me dieron los resultados a finales del mes pasado”.

Tras el devastador diagnóstico, la madre de Marisa fue notificada de un doctor en la ciudad de Xalapa, quien ha tratado con casos similares a los de su hija y el cual le ha garantizado la cura.

Es por ello que la señora Margarita pide ayuda para solventar el tratamiento durante 18 meses los cuales tienen un costo de 5 mil 820 pesos.

“Mi hija de un mes a la fecha me dan el diagnóstico de cáncer en la lengua etapa tres, todo esto ya fue con el doctor en el Seguro Social, obviamente no me da una esperanza de vida por el nivel de avance que tiene, de manera paralela me contactan con un doctor en Xalapa el cual me garantiza y validando por medio de testimonio me garantiza la cura de mi hija, obviamente esto tiene un costo, cada tratamiento me cuesta 5 mil 820 pesos y es durante 18 meses”.

Además del tratamiento la joven de 21 años de edad debe llevar una dieta rigurosa, pues su madre señala que hay alimentos que la estudiante no puede comer.

“Adicional a esto me pide una dieta estrictamente rigurosa porque hay cosas que no puede comer, la parte de lo que es la dieta y demás alimentación no causa gran impacto pero el tema de tratamiento obviamente sí”.

Tras esta situación la señora Margarita comenta que se comunica con su hija a través de texto pues el intenso dolor que la joven siente en su lengua no le permite emitir palabras, aunado a esto le preocupa que hasta el momento Marisa ha bajado 20 kilos.

“Casi no habla, nos comunicamos por escrito, ella me escribe el texto y es como nosotros platicamos con ella, evidentemente una de las cuestiones que ella tiene es el dolor el cual no le deja comer, en este último mes ha bajado casi 20 kilos, hoy en día ella está sobre los 45 kilos de peso”

Finalmente la señora comentó que “por parte de la empresa donde yo estoy trabajando, los compañeros me hicieron donativos con los cuales yo pude con el primer mes de tratamiento, si yo hago esta petición de apoyo, yo como madre necesito garantizar la salud de mi hija”.

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