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Durango, Colorado. Una osezna huérfana con graves quemaduras en sus patas fue rescatado de un incendio en Colorado y está siendo atendido para que se recupere, señalaron hoy autoridades.

Autoridades de los Parques y Vida Silvestre de Colorado creen que la cachorrita se recuperará y podrá ser liberada este invierno.

“Cuando nos trajeron a la osa, no estaba seguro de si lo lograría”, dijo Michael Sirochman, un técnico veterinario de Parques y Vida Silvestre. “Pero está respondiendo muy bien al tratamiento y creemos que para el invierno podremos regresarla a la vida salvaje”, añadió.

Las autoridades desconocen qué pasó con la mamá de la osezna, que fue hallada sola. Su recuperación ha sido una buena noticia, en medio de las malas nuevas que ha traído la temporada de incendios en Colorado. El incendio en el que resultó lastimada la cachorra ha quemado 168 kilómetros cuadrados cerca de Durango, en el suroeste de Colorado. Más de 2 mil hogares fueron evacuados en un momento dado, pero los residentes ya regresaron a sus casas.

Otro incendio quemó 57 kilómetros cuadrados afuera del Fuerte Garland, en la parte sur del estado. Residentes de 350 casas recibieron la orden de evacuar y un número indeterminado de estructuras resultaron destruidas.

Hasta este viernes, había al menos otros tres incendios activos en Colorado.

La osezna tiene entre cuatro y cinco meses de edad y pesaba apenas 4.5 kilogramos cuando fue rescatada.

Los bomberos la vieron sola en una zona quemada al norte de Durango, la semana pasada, y notificaron a las autoridades de Parques y Vida Silvestre el 22 de junio porque no había indicios de su madre. Los oficiales no saben cómo fue que se separaron o qué pasó con la osa.

Sirochman dijo que las quemaduras de la osezna eran severas. Está siendo atendida con ungüentos, vendas, antibióticos y medicina para el dolor, y se le alimenta con comida sólida y reemplazo de leche. La cachorrita pasa la mayor parte del tiempo acostada de lado para evitar que se lastime las patas.

Sus cuidadores están minimizando el contacto con la osezna para que no se acostumbre a los humanos, lo que le dificultaría sobrevivir en la vida salvaje.

Una vez que sane, se le trasladará adonde están otros cuatro cachorros. Todos podrían ser liberados en invierno.

“Tenemos buena suerte al regresar a los osos jóvenes a la vida salvaje”, dijo Sirochman. “Somos muy estrictos al minimizar el contacto humano”.

Dos osos adultos que sufrieron quemaduras de tercer grado en un incendio en California el año pasado se recuperaron y fueron liberados exitosamente a la vida salvaje.

 

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