México destina 5.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a la salud, cifra por debajo de lo que invierten los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos? (OCDE) que en promedio es nueve por ciento, lo cual impacta la calidad y cobertura de los servicios en instituciones públicas, de acuerdo con un estudio realizado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Esta situación ocasiona que las personas tengan un mayor gasto de su bolsillo para servicios médicos y reciban una mala calidad en la atención, señaló Patrick Devlyn, presidente de la Comisión de Salud del CCE.
Añade que para el sector privado la segmentación del acceso a los servicios médicos ligada a la condición laboral, se torna en problemática porque por un lado está el IMSS y por otro el ISSSTE, que atiende a los trabajadores del Estado y aquellos que no cuentan con acceso a estos sistemas, utilizan el Seguro Popular.
Asimismo, dijo que el estudio detectó una falta de estandarización de buenas prácticas y coordinación en los servicios médicos como resultado de la fragmentación del sistema.
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