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Koko, una gorila que aprendió a utilizar el lenguaje de señas, murió a los 46 años, informó este jueves el instituto californiano que la estudió.

La Fundación Gorila anuncia con tristeza la muerte de nuestra querida Koko”, dijo el centro de investigación en un comunicado, agregando que el animal falleció mientras dormía.

Koko era uno de los pocos primates capaz de comunicarse usando lenguaje de señas, junto a Washoe, una chimpancé en el estado de Washington, y Chantek, un orangután en Atlanta. Sus cuidadores aseguran que entendía también algo de inglés hablado.

Aunque algunos científicos pusieron en duda las supuestas aptitudes comunicativas de la gorila, Koko, quien se convirtió en una embajadora de su especie, amenazada por la explotación forestal y la caza furtiva en sus hábitats nativos de África central.

La Fundación Gorila dijo que Koko impactó en las vidas de millones de personas, al convertirse en un ícono para la empatía y la comunicación entre especies.

Era muy amada y la extrañaremos mucho”, señaló la entidad.

Koko nació como Hanabi-ko (“Hija de los fuegos artificiales” en japonés) el 4 de julio de 1971 en el Zoo de San Francisco. La doctora Francine “Penny” Patterson comenzó a trabajar con ella al año siguiente y le enseñó el lenguaje de señas, indicó la fundación.

La gorila apareció en muchos documentales y dos veces en la portada de la revista National Geographic. En una de ella, en la edición de octubre de 1978, la fotografía de Koko fue tomada por ella misma en un espejo.

Koko ganó luego más notoriedad por su afección por un gatito al que ella misma bautizó “All Ball”, y su relación inspiró incluso un libro para niños que se convirtió en un clásico, “Koko’s kitten” (El gatito de Koko).

Cuando murió el gato, atropellado por un coche, Koko mostró su dolor durante meses.

La gorila amaba también la pintura, y participó en conversaciones por internet con muchos fans.

 

La primera embajadora de los gorilas del planeta fue también objeto de polémica.

En 2005, dos mujeres presentaron una demanda judicial contra la fundación por haberles forzado a desnudar su torso delante de Koko, para comunicarse mejor con esta hembra.

La fundación rechazó las acusaciones, y la disputa se saldó con un acuerdo amistoso.

 

 

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