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Jugadores abajo, técnicos y árbitros abajo. Aficionados, nosotros, los números 12, arriba. No sabremos quiénes son, pero por primera vez, la FIFA implementará lo que avanza será un sofisticado sistema de monitoreo antiviolencia y antidiscriminación.

Del grito del turco Belogzogly a Didier Zokoba. Lo que escucharon Balotelli y Luiz.

Apodos relacionados con racismo, como ése que pronunciaron miembros de las barras rusas contra seleccionados franceses de origen africano el año pasado, hasta el e grito atribuido a aficionados mexicanos.

La agresión tiene un detonante que la FIFA está decidida a parar.

Con el inicio de la Copa del Mundo, y en cada estadio, habrá tres monitores entrenados, que observarán a los aficionados de las selecciones y prestarán atención a posibles infiltrados de grupos creados para incitar violencia.

Los monitores están capacitados para detectar y denunciar actos de antisemitismo, homofobia, islamofobia, racismo, sexismo y xenofobia, en mantas, gestos y gritos.

Ya hay una guía que determina, incluso, las expresiones más utilizadas por país y sí, en este documento autorizado hay un apartado para México.

Si el evento es grave, el árbitro puede suspender el partido, hacer un llamado público a la calma a través de los altavoces e incluso suspenderlo.

Y faltan sólo 6 días para el inicio de la Copa del Mundo. La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), ha confirmado que ya fueron adquiridos 2 millones 400 mil boletos para los 64 partidos que se llevarán a cabo entre el 14 de junio y el 15 de julio.

La venta online no ha parado desde el primer día que salieron a la venta, en septiembre pasado.

Aficionados locales rusos, en la actualización dada ayer, se llevan la mayor parte de los boletos.

Rusia casi 900 mil (871,797)

Estados Unidos, casi 90 mil (88, 825)

Brasil, más de 70 mil (72, 512)

Colombia, 65 mil (65, 234)

Alemania 62 mil (62, 541)

México 60 mil (60, 302)

54 por ciento de quienes acudirán a los partidos son extranjeros y la expectativa de un millón y medio de turistas es seguro que quedará rebasada. Sin contar los 10 mil periodistas y miembros de los comités organizadores acreditados.

Será el mejor espectáculo del mundo, ha dicho Gianni Infantino, quien asegura que, aunque quizás lleguen los mismos equipos, espera ver un partido de cada selección.

Con una marcada obsesión con el legado, Rusia trabaja por ello. Y poner en orden estadios, vías, hoteles y seguridad para la Copa del Mundo ha costado 11 mil millones de dólares.

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